De Cigliuti y Lazcano a la Rendición: La Mayor Entrega del Fútbol del Interior
Lo que ocurrió con la presidencia más cuestionada no fue solo un giro político. Fue un giro moral. Un giro histórico. Un giro ideológico.

LA OFI REAL/Desde Rivera Eduardo Mérica para FMFUTBOL.
Hay épocas en que una institución se define por sus liderazgos.
Y el fútbol del interior —ese bastión federal que sostiene la identidad deportiva del país— tuvo presidentes que construyeron historia a golpe de carácter, convicción y resistencia.
Dos nombres siguen siendo referencia obligatoria:
el Profesor Carlos W. Cigliuti y el Coronel Héctor Lazcano.
Cigliuti, el arquitecto intelectual de la autonomía interiorista.
Lazcano, el militar que convirtió la defensa del interior en causa patriótica.
Ninguno de ellos cedió jamás ante la presión del poder central.
Ninguno bajó la cabeza ante la AUF.
Ninguno renunció a su legitimidad para buscar respaldo afuera.
Ese fue el modelo.
Ese fue el estándar.
Esa fue la vara.
Hasta que llegó una presidencia que eligió hacer todo lo contrario.

La Caída: Cuando OFI Se Arrodilló Donde Antes Se Plantaba
La historia registra un momento crítico:
una presidencia interiorista debilitada, sin respaldo en su Confederación, que lejos de recomponer la unidad federada cruzó la vereda, buscó a la AUF —el histórico adversario del interior— y entregó en un gesto político lo que generaciones defendieron como si fuera un acta fundacional.
Para muchos dirigentes, la jugada se leyó así:
“Perdió en su casa y salió a buscar apoyo en la casa del enemigo.”
No fue diálogo.
No fue pacto.
No fue estrategia.
Fue entrega.
Y la más grave en décadas.

Cigliuti: El Intelectual que no Cedió un Milímetro
Carlos W. Cigliuti fue un presidente de fibra.
Académico, reflexivo, ideólogo de la autonomía interiorista.
Entendía que OFI no podía ser subsidiaria de nadie.
Que el interior debía pararse frente a la AUF como un igual, jamás como un subordinado.
Con él no había atajos.
No había favores.
No había sillones de recompensa.
Había principios.
Y el primero era claro:
“El interior se respeta.”
Comparar aquel liderazgo con la entrega reciente es casi obsceno.
Lazcano: El Coronel que se Plantó con el Interior
El Coronel Héctor Lazcano llevó el espíritu artiguista al deporte:
firmeza, soberanía, dignidad.
Bajo su presidencia, OFI no se arrodilló ante nadie.
El interior tenía voz.
Tenía postura.
Tenía orgullo.
Y si había negociación, era dura, frontal y desde la fortaleza.
Jamás desde la necesidad o la debilidad.
Hablar de Lazcano es hablar de un hombre que jamás habría permitido que OFI buscara amparo en la AUF por conveniencia política.
La comparación duele.
Y por eso los dirigentes la invocan una y otra vez.
De la Defensa a la Sumisión: El Quiebre
Lo que ocurrió con la presidencia más cuestionada no fue solo un giro político.
Fue un giro moral.
Un giro histórico.
Un giro ideológico.
Porque mientras Cigliuti y Lazcano defendieron a OFI incluso ante gobiernos nacionales y poderes deportivos, esta presidencia eligió —según la crítica dominante— salvar su situación personal antes que sostener la causa interiorista.
Y lo peor:
lo hizo inmediatamente después de perder la legitimidad en su propia Confederación.
Para muchos, eso fue más que un error:
fue una renuncia ética.
La Lectura Política Más Fuerte
Entre dirigentes veteranos, entre clubes chicos que sostienen el fútbol con rifas, y entre selecciones que representan su bandera con orgullo, la frase que se repitió fue esta:
“Entregó el fútbol del interior por un cargo.”
Y esa frase, aun siendo percepción, caló hondo.
Porque nadie se imagina a Cigliuti arrodillándose.
Nadie imagina a Lazcano buscando refugio en la AUF.
Nadie imagina a los grandes presidentes renunciando a su autoridad para sostener su silla.
El contraste es brutal.
Y marca para siempre.
Un Legado Manchado en un Muro de Gigantes
Cuando se repasan los nombres que hicieron grande a OFI —los fundadores, los presidentes históricos, los dirigentes que defendieron canchas, selecciones y autonomías— nunca falta Cigliuti.
Nunca falta Lazcano.
Nunca faltan quienes defendieron al interior como si defendieran su propia sangre.
Pero también quedará en la memoria colectiva ese otro nombre:
el del presidente que, según la lectura crítica interiorista, no estuvo a la altura de la historia que le tocó cuidar.
El presidente que rompió con una tradición de hierro.
El presidente que cruzó la vereda equivocada.
El presidente que, para muchos, protagonizó la entrega más dolorosa del fútbol del interior.
Porque el interior tiene memoria.
Y cuando siente traición,
esa memoria se vuelve fuego.


