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ANUARIO W. Eduardo Mérica: “Volver al Wilman fue volver a ser”

“Medio siglo después, el barrio habló” - “Donde late el Arroyo Seco, vive el Wilman” - “Cuando el barrio se abrazó, el Wilman volvió a vivir” - “Historia escrita con afectos: el Wilman que nunca se fue”

AMATEURISMO/Desde Montevideo Eduardo Mérica para FMFUTBOL.

COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS

Hay regresos que no se miden en kilómetros ni en calendarios. Se miden en latidos. Volver al Wilman no fue un gesto romántico ni un ejercicio de nostalgia: fue un acto de identidad. Fue reencontrarse con el barrio, con los nombres que nos formaron, con los abrazos que el tiempo había postergado pero nunca borrado.

Este texto nace desde la memoria personal, pero se escribe en plural. Porque la historia del Wilman no pertenece a uno solo, sino a todos los que alguna vez cruzaron su puerta, vistieron sus colores o aprendieron, entre paredes humildes y sueños grandes, que la pertenencia es una forma de vida.

El 2025 marcó el punto exacto donde el pasado y el presente se dieron la mano. Y en ese cruce, volver al Wilman fue también volver a ser quienes somos.

EL WILMAN, EL LITO Y EL ABRAZO QUE VOLVIÓ A UNIR AL ARROYO SECO

Por Eduardo Mérica

Y llegó agosto. Y como manda la historia, el barrio volvió a latir. Una vez más, el aniversario del querido Centro Atlético Lito convocó a la memoria colectiva del Arroyo Seco. Pero esta vez no fue una celebración más. Fue, sin exagerar, una de las más sentimentales de los 108 años de vida litense y, al mismo tiempo, un capítulo inolvidable en la historia reciente del Club Deportivo y Social Wilman.

Porque después de medio siglo, Lito y Wilman volvieron a estar juntos. Como en los viejos tiempos. Como cuando el barrio no necesitaba explicaciones, ni etiquetas, ni permisos para sentirse familia. En esa jornada quedó claro que ambos clubes son ramas de un mismo árbol: con fortalezas y debilidades, sí, pero con una historia victoriosa, cargada de tradición, determinación, emociones profundas, logros que se festejaron con abrazos eternos y derrotas que también enseñaron a pararse de nuevo.

La presencia del presidente del Wilman, Carlos “Carlitos” Porres, no fue un gesto protocolar. Fue un mensaje. Un mensaje claro hacia adentro y hacia afuera: la integración familiar y barrial existe, está viva y ya no es puro cuento. Ese día el Arroyo Seco habló por sí solo.

Viva el Lito.
Viva el Wilman.
Viva el barrio Arroyo Seco.


“NINGUNA AMISTAD ES UN ACCIDENTE”

EL WILMAN COMO BANDERA

El Club Deportivo y Social Wilman no nace de la nada. Es herencia. Es continuidad. Es memoria activa. Hoy el Wilman está recogiendo el legado de nuestros antepasados y retomando con orgullo aquel proyecto deportivo y social nacido en 1944.

La aparición de la base original de la personería jurídica, los libros de actas, fotografías, documentos y —sobre todo— el amor intacto por el club, confirmaron algo que siempre supimos: el espíritu del Wilman jamás se perdió. Estaba esperando.

Y lo que viene no es menor. En los próximos meses habrá novedades que marcarán un antes y un después. Porque cuando un club recupera su identidad, el futuro deja de ser una incógnita para transformarse en destino.


LA INFANCIA ESCRIBE

Claro que de niño yo no era consciente de todo esto. No sabía que el Arroyo Seco, en medio de una nación barrial llamada Aguada, iba camino a desaparecer como denominación, aunque no como sentimiento. Con el tiempo aprendí a amar mi lugar natal y comprendí que nombrar es un acto de enorme importancia. Cada nombre conlleva un mandato. Y a veces, un destino.

Hoy nos reencontramos con los vecinos de toda la vida. Y la práctica me enseñó algo fundamental: nada de lo que escribo saldrá bien si no siento la misma emoción transgresora que sentí cuando, siendo niño, empecé a mirar el mundo con ojos de historia.

Cuando comenzamos a idear este proyecto jamás imaginé tanto entusiasmo. En pocas palabras: un niño entusiasta es quien piensa una idea, imagina cómo lograrla y la transforma en acción. Eso es el Wilman hoy.


SINCRONÍA BARRIAL

A MIS VIEJOS, GRACIAS POR HACERME DEL WILMAN

Tal parece que las más bellas causalidades están destinadas a sucederles a quienes menos esperaban reencontrarse. Parecería que mis padres pensaron en el Club Wilman para festejar mi primer año de vida. Aquí estoy hoy, entendiendo por qué.

Agradezco haber nacido en este barrio único e irrepetible. Agradezco sentir al Wilman desde el primer año de vida. Agradezco la herencia emocional que no figura en ningún registro, pero se lleva para siempre.


EL WILMAN CAYÓ EN LA RED

El Club Wilman encontró un nuevo espejo donde mirarse: Internet. Una red virtual que hasta hace muy poco le era ajena y que hoy se convirtió en una herramienta fundamental para comunicarse, expandirse y mostrarse al mundo.

En apenas 60 días, el Wilman aprendió a contar su historia en tiempo real, a generar recursos, a informar y a reencontrarse con wilmenses que estaban lejos, pero nunca ausentes.


PRIMER EMBAJADOR DE LA HISTORIA

En una jornada sabatina cargada de simbolismo, el presidente Carlos Porres mantuvo un encuentro clave con Néstor “Negro” Iroldi, múltiple campeón mundial de pelota vasca. Todo quedó pronto para que, el próximo sábado 18 de enero, en la sede del Montevideo Wanderers del barrio Arroyo Seco, el Wilman declare a su primer Embajador Deportivo de la historia.

No es casualidad. Es coherencia histórica.


EL WILMAN DE LOS ENSAYOS

REFUNDACIÓN

Ningún director de cine hubiera elegido este comienzo para su película. Los chicos buenos del barrio, sosteniéndose solo con su fortaleza. Sin atajos. Sin salvadores.

Los que nos criamos acá nunca nos arrodillamos en el césped con la cabeza baja. Eso ocurrió aquel jueves 12 de diciembre de 2024, en la esquina más emblemática del Arroyo Seco. No fue una derrota: fue un ensayo. Y de los ensayos nacen las grandes obras.


LAS MUJERES DEL WILMAN

El fútbol fue, durante años, un espacio de educación sentimental para varones. Pero el Wilman sabe —porque así lo manda su historia— que la mujer siempre tuvo un rol central.

Hoy, la presencia femenina en las juntas directivas vuelve a ocupar el lugar que nunca debió perder. Con voz, con decisión y con protagonismo real.


EPÍLOGO

El Wilman no volvió: siempre estuvo.
Solo estaba esperando el momento justo para reencontrarse consigo mismo.

Y ese momento llegó.


Autor:
Eduardo Mérica
Primer Anuario del Club Deportivo y Social Wilman – 2025

El Club Wilman llega a este primer Anuario con la convicción profunda de que el 2025 será recordado como un año bisagra en su historia. No por la casualidad de los hechos, sino por la voluntad colectiva de volver a creer, de reencontrarnos con nuestras raíces y de proyectar un futuro posible desde la identidad que siempre nos definió.

Este libro nace de una necesidad: dejar constancia. Porque los clubes no solo se sostienen con resultados deportivos o balances administrativos, sino con memoria, con valores y con el compromiso de quienes entienden que una institución es, ante todo, una construcción humana. El Wilman es barrio, es amistad, es pertenencia y es una historia que merece ser contada y preservada.

Durante el 2025 transitamos un camino de reorganización y refundación entendida como continuidad. Recuperamos documentos, símbolos, relatos y, sobre todo, vínculos. Volvimos a encontrarnos con quienes nunca dejaron de sentir al Wilman como propio y abrimos las puertas a nuevas generaciones que hoy comienzan a escribir sus propias páginas dentro del Club.

Este Anuario refleja todo eso: los logros, los desafíos, los encuentros, las decisiones difíciles, los abrazos largamente esperados y el trabajo silencioso de muchos y muchas que, desde distintos lugares, aportaron para que el Wilman vuelva a ponerse de pie. Nada de lo aquí plasmado hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de la gente del barrio Arroyo Seco, verdadero sostén histórico de nuestra institución.

Miramos hacia adelante con responsabilidad y esperanza. Sabemos que el camino recién empieza, pero también sabemos de dónde venimos. Esa certeza nos fortalece y nos compromete a seguir trabajando por un Club Wilman abierto, participativo, integrado y fiel a su esencia.

Que este primer Anuario sea memoria viva del presente y puente hacia el futuro.
Que sirva para recordar, aprender y reafirmar un compromiso que es colectivo.

Comisión Directiva
Club Wilman
Barrio Arroyo Seco – Montevideo
Año 2025

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