Dr. Isidoro Leirana Pombo: El Hombre que Encendió la Rebeldía y Fundó el Camino del Fútbol del Interior
¿Cómo nace la idea de crear la OFI?... Es que Leirana entendió antes que nadie que la dignidad institucional del Interior no iba a ser concedida: había que tomarla.

LA OFI REAL/Desde Montevideo Eduardo Mérica para Diario Uruguay.
Isidoro Leirana Pombo: El Hombre que Encendió la Rebeldía y Fundó el Camino del Fútbol del Interior
Antes de que existiera la OFI como la conocemos —la red más grande de federaciones deportivas del país, la columna vertebral del fútbol chacarero, el pulmón que mantiene vivo al deporte donde no llegan los focos del profesionalismo— hubo un hombre que levantó la voz cuando nadie se atrevía. Ese hombre fue el Dr. Isidoro Leirana Pombo, presidente visionario de la Liga de Fútbol de Paysandú y uno de los grandes arquitectos morales y estratégicos de la histórica rebelión del Interior frente a la centralización absoluta de la AUF.
En una época donde el poder del fútbol uruguayo estaba concentrado férreamente en Montevideo, donde las decisiones se tomaban puertas adentro y los clubes del Interior eran tratados como convidados de piedra, Leirana fue el primero en decir “basta”. Y lo dijo con una mezcla de valentía, claridad jurídica y convicción territorial que terminó convirtiéndose en el germen de una revolución.
Como ocurre con todas las innovaciones, la decisión del presidente de la Liga Departamental de Fútbol de Paysandú de crear una Organización que nucleara a todas las Ligas del interior de nuestro país, despertó adhesiones, resistencias y polémicas. Quienes se oponían de parte de la dirigencia de la Asociación Uruguaya de Fútbol no ofrecían argumentos dotados de suficiente contundencia. Y quienes estaban de acuerdo, se remitían a los antecedentes que siguen existiendo actualmente en esta materia: integrar el fútbol uruguayo.
Pero al margen de las polémicas, en las que cada opinante hacía jugar su gusto personal sobre el tema, la figura del Dr. Isidoro Leirana Pombo, se movía intensamente de Paysandú a Montevideo, con viajes periódicos y mucho dinamismo de su parte. Fue así que el 18 de agosto de 1945, Leirana, aprovechando la finalización de la primera rueda del campeonato local sanducero, por la Copa “Cravea” que ganaría ese año el club Bella Vista, terminaría en la capital brindando sus primeras declaraciones a la prensa deportiva montevideana. Casi un año antes de la fundación de la OFI. Ese día declaró: “Termino por alentar que mi buena racha al frente de la Liga, me ha traído aires renovadores y mucho entusiasmo”.
Paysandú: El epicentro de una idea que cambiaría la historia
A comienzos de los años 40, cuando las ligas del Interior dependían de decisiones tomadas a cientos de kilómetros, Leirana, como presidente sanducero, empezó a construir algo más que reclamos: empezó a construir un pensamiento. Observó que el fútbol profesional montevideano se había transformado en un laberinto cerrado, impermeable a las necesidades del Interior, insensible a la realidad de miles de futbolistas, árbitros, dirigentes, hinchas y pueblos enteros que vivían el deporte con la misma pasión, pero sin derechos reales.
Leirana entendió antes que nadie que la dignidad institucional del Interior no iba a ser concedida: había que tomarla.
La ruptura: cuando un dirigente se convierte en líder histórico
Los atropellos de la AUF no eran nuevos, pero Leirana fue el primero en darles una definición política y moral:
eran actos de discriminación estructural, sostenidos por un sistema que ignoraba sistemáticamente al Interior.
Su hartazgo no fue emocional; fue estratégico. Exigió autonomía, respeto, participación. Exigió que el Interior dejara de ser “zona de paso” o “cantera gratuita” del profesionalismo. Exigió que la voz de cientos de ligas fuera escuchada con el mismo peso que la de los clubes capitalinos.
Cuando sus reclamos no fueron atendidos —y nunca lo serían— tomó la decisión que marcó un antes y un después: romper.
Romper con el conformismo.
Romper con la obediencia histórica.
Romper con el silencio.
Y con esa ruptura nació la primera semilla institucional de lo que años más tarde sería la Organización del Fútbol del Interior.
Un fundador sin título, pero con legado inmenso
La figura del Dr. Leirana Pombo no siempre fue reconocida con la fuerza que merece. Como ocurre con muchos pioneros, su papel fue más silencioso que espectacular, más profundo que visible. Pero la historia —la verdadera, la que se escribe en los hechos y no en las placas— lo coloca en el sitio que corresponde: el mentor intelectual y político del proceso que condujo a la creación de la OFI.
Desde Paysandú articuló alianzas, encendió conciencias, conectó ligas, y sobre todo, instaló la idea de que el Interior tenía derecho a gobernarse a sí mismo.
Esa idea, tan simple como poderosa, fue la que movió montañas.
De la rebeldía a la institución
Cuando finalmente la OFI vio la luz, no fue un acto espontáneo ni improvisado. Fue la cristalización de años de lucha férrea, de tensiones con el profesionalismo capitalino, de debates intensos y de un clima nacional donde el Interior comenzaba a reconocerse como una fuerza propia.
En todos esos pasos —desde el primero hasta el último— el eco de Leirana estaba presente, porque fue él quien puso en palabras lo que muchos sentían y nadie se animaba a decir:
que el fútbol del Interior existía, era grande y merecía su propio destino.
El legado
Hoy la OFI moviliza a miles de jugadores, cientos de ligas, varias generaciones de dirigentes y a una comunidad que sostiene al fútbol como una identidad cultural.
Nada de eso sería igual sin aquel presidente sanducero que, desde una oficina humilde de Paysandú, levantó la voz y encendió una chispa que terminó siendo llamarada.
El Dr. Isidoro Leirana Pombo fue, es y será siempre, uno de los padres fundadores del fútbol del Interior uruguayo.
El primero en animarse.
El primero en enfrentarse.
El primero en decir “hasta aquí”.
Y por eso su nombre merece figurar en el capítulo más alto de la historia del deporte uruguayo: el capítulo donde el Interior dejó de ser paisaje para convertirse en protagonista.
EL FUTBOL DEL INTERIOR FUE OTRA VEZ DESAIRADO
Cuatro días después (el miércoles 22 de agosto de 1945), uno de los principales diarios de Montevideo escribía:
“Cuando hace pocos días la Junta Dirigente del Fútbol Profesional aprobó el proyecto del delegado de Miramar, Pedro Belhot, dándole a las ligas del Interior la jerarquía y consideración al tema. Con eso creyeron que comenzaba una nueva era de concordia, pero en la primera oportunidad que se le presentó siguieron con la política anterior, no haciendo nada de lo comprometido.
Varios clubes del interior solicitaron que concurrieran sus similares capitalinos a sus departamentos para el sábado y domingo próximos (25 y 26 de agosto) habiendo programado con anterioridad festejos de carácter deportivo y social en muchas ciudades.
Por ejemplo, en Mercedes se había programado un Cuadrangular, en Dolores ya se daba por descontado la
presentación de algún equipo profesional, en Treinta y Tres desde hace un mes se había acordado con Rampla Jrs. su visita y así en otros lados. Pero la Junta resolvió que nadie visitara el interior, aunque hubo delegados de los conjuntos porfesionales que se opusieron a la medida, pesó más las argumentaciones de la Junta al fin.
El Neutral Gerona se opuso terminantemente a las giras, aduciendo que con ello se atrasaría la actividad del torneo y su voluntad primó. Su sola voluntad en una reunión donde estuvieron los 10 clubes representados con dos Neutrales (el citado Gerona y el Dr. De Gregorio), con votación absurda donde 11 votos no tuvieron valor alguno frente a uno (el de la oposición). es decir, que no se tuvo en cuenta el gato que se originaba para los anfitriones del interior. “El fútbol del Interior ha perdido una batalla más frente a la Capital”, decía la Crónica.”
De esta atípica situación, surge la presencia de Leirana que sería elegido por los chacareros para presidir el Congreso inaugural de la fundada OFI.
CRONICA DE DAVY DA EN EL CLAVO AUF
Al otro día (jueves 23 de agosto de 1945) se podía leer la opinión del periodista DAVY en El País de Montevideo, el que resumió en dos palabras finales para posicionar a esa Junta Profesional de la AUF, en el asunto de las frustradas concurrencias de los clubes montevideanos al interior del país. En ese momento DAVY analizó la cambiante relación entre chacareros y “profesionales” citando:
“Se ha jugado otra vez con la buena fe de los dirigentes departamentales; se le ha engañado “oficialmente” dejando ahora “para cuando se pueda”, y lo que es peor, en momentos en que empieza a funcionar la Oficina del Interior. Se toma una resolución extemporánea para que se siga desconfiando en tierra adentro de los buenos propósitos de los dirigentes metropolitanos que dieron su formal asentimiento. Menos mal que el único Neutral es el señor Gerona y que los demás votaron a favor. Pero por esto mismo, hasta las reglamentaciones en vigor, oponen una antipática barrera de quienes hablan mucho y se quedan como antes. Es cierto que el fútbol chacarero ha perdido otra batalla. Pero el que la perdió ¡y en qué forma! ha sido la Junta Profesional”



