Gustavo Bares y el Sacudón Inesperado: La Decisión que Alteró el Rumbo del Fútbol del Interior
Para algunos dirigentes, aquella movida tuvo más de gesto político que de homenaje verdadero. Y eso dolió. Dolió porque OFI siempre defendió su identidad ante el poder central.

LA OFI REAL/desde Rivera Eduardo Mérica para FMFUTBOL.
El fútbol del interior uruguayo ha vivido a lo largo de su historia momentos de gloria, tensiones políticas, reformas estructurales y silenciosas batallas por el reconocimiento. Pero pocas decisiones provocaron un impacto tan grande, tan súbito y tan discutido como la tomada – en su momento – por el expresidente de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), Gustavo Bares, cuando estampó su firma para respaldar la intervención de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) sin haber consultado previamente al Congreso de OFI, máximo órgano deliberativo de la institución.
La escena, aún hoy, incomoda a muchos dirigentes, delegados y viejos referentes del fútbol chacarero. Lo que sucedió no fue simplemente un trámite administrativo: fue una acción que arrastró a todo el fútbol del interior a un conflicto institucional de enorme escala, en un momento donde la estabilidad era un recurso valioso. Para muchos dirigentes, aquella firma no representó un aval político, sino una omisión grave del debate interno, un salto al vacío sin brújula y sin mandato.
La firma que cambió el tablero
En la historia de la OFI, las decisiones más trascendentes siempre fueron discutidas colectivamente. Desde su creación en 1946, el Congreso ha sido el corazón institucional donde se pusieron sobre la mesa diferencias, tensiones y consensos. Por eso, cuando Bares dio su aval a la intervención de la AUF sin convocar a los representantes del interior, la sorpresa derivó rápidamente en preocupación.
En cuestión de horas, OFI quedó envuelta en una pulseada político–deportiva que no era suya. Dirigentes históricos lo vivieron como un error estratégico gigantesco: “Nos metieron en fuego ajeno”, dijeron algunos con impotencia. La autonomía y la identidad del fútbol chacarero —forjada a fuerza de sacrificio, kilómetros de ruta y canchas de tierra— parecía subordinarse a un conflicto que provenía de Montevideo, con actores muy distintos y con lógicas que rara vez coinciden con la realidad del interior profundo.

La Galería de Campeones: homenaje o herramienta política
Pero la gestión de Bares no solo generó ruido en el plano institucional. También lo hizo en el terreno simbólico, donde los homenajes y reconocimientos tienen un peso histórico que trasciende nombres y cargos.
En la sede de OFI se inauguró la llamada Galería de Campeones, un espacio creado para destacar figuras del fútbol uruguayo vinculadas al interior. Hasta ahí, el concepto parecía una idea noble. Sin embargo, la primera figura homenajeada fue el futbolista Diego Lugano, líder de la selección uruguaya, referente internacional y personaje de enorme proyección mediática… pero sin una vinculación directa con el fútbol chacarero más allá de visitas ocasionales y la buena voluntad.
La elección generó un temblor interno. No porque Lugano no mereciera reconocimientos —los merece de sobra— sino porque, para muchos, aquella inauguración pasó por encima de cracks verdaderamente surgidos del interior, futbolistas que sí dejaron su huella en campeonatos OFI, en selecciones regionales, en clubes rurales, en canchas donde la épica nace del sacrificio y no del glamour.
La molestia fue silenciosa al principio, pero luego se volvió evidente: ¿cómo podía OFI —con más de 75 años de historia y cientos de leyendas genuinas— inaugurar su primera placa con un jugador que no nació futbolísticamente en su estructura? ¿Por qué no empezar por quienes realmente representan la esencia del interior?
Para algunos dirigentes, aquella movida tuvo más de gesto político que de homenaje verdadero. Y eso dolió. Dolió porque OFI siempre defendió su identidad ante el poder central; dolió porque hay veteranos del fútbol chacarero que entregaron su vida a la pelota y siguen esperando el reconocimiento; dolió porque la historia del interior es sagrada y no debe utilizarse como herramienta coyuntural.
Un legado tensionado
La gestión de Gustavo Bares dejó huellas complejas. Algunos lo defienden por su intención de modernizar y abrir puertas institucionales; otros consideran que su accionar expuso al interior a decisiones ajenas y urgencias que poco tenían que ver con su realidad.
Lo cierto es que, desde aquella firma sin consulta, OFI no volvió a ser la misma. Quedó una discusión profunda sobre la representación, la autonomía, la identidad y el respeto por los mecanismos internos. Y también quedó un debate abierto sobre cómo deben darse los homenajes: si como parte de un proyecto histórico de memoria, o como un gesto político que busca agradar sin mirar hacia atrás.
En el interior, donde la pelota es cultura, tejido social y casi religión popular, las decisiones pesan. Y cuando se toman sin escuchar al pueblo futbolero, el eco dura más de lo que cualquiera imagina.

FUERON CÓMPLICES LAS CONFEDERACIONES CON GUSTAVO BARES
«Mientras algunas voces de las cuatro Confederaciones se alzaban en contra de que el presidente de OFI, Gustavo Bares, haya tomado en soledad la determinación de pedir ante Conmebol la intervención de FIFA en AUF, acompañando la solicitud de los jugadores de la selección y de los árbitros, ayer en la tarde apoyaron en la propia sede de OFI y ante el Ejecutivo todas las actuaciones.
Las Confederaciones del Este, Sur, Litoral y Litoral Norte no solo respaldaron por escrito a través de un comunicado la actuación del presidente de OFI, sino que también le propusieron continuar vinculado al organismo una vez que deje el cargo, encabezando una comisión para trabajar junto a AUF.
Bares y el resto del Ejecutivo convocó para ayer al futuro presidente de OFI, Mario Cheppi, así como de integrantes de las cuatro Confederaciones, a quienes se detalló pormenorizadamente un informe de tesorería, pero además el presidente Bares explicó paso a paso el camino recorrido a lo largo de las negociaciones con FIFA y AUF.
Los dirigentes valoraron la lucha que se ha dado a lo largo de los años, y decidieron emitir un comunicado en conjunto, respaldando “en un todo las acciones tomadas por OFI en las últimas instancias relativas a la crisis en las que está envuelta el fútbol uruguayo”, así como reconocer el trabajo del Ejecutivo y los asesores legales. Además, recordó que “estas acciones están amparadas por lo resuelto en el Congreso de San José del año 2015”, así como “declarar como improcedentes las lamentables declaraciones que atentan contra la honorabilidad y la unidad de OFI y sus representantes”.
Las cuatro Confederaciones, que se reunieron en soledad luego de escuchar los informes, elogiaron la gestión realizada por el Ejecutivo», según el diario El Telégrafo de Paysandú



