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Editorial: El golpe que quiso silenciar una voz

La mañana del 27 de noviembre de 2025 en la ciudad de Minas comenzó como tantas otras: comercios abriendo, el tránsito aún desperezándose y una rutina que, en apariencia, no prometía sobresaltos. Pero a media mañana, en una calle barrial, la violencia irrumpió de forma abrupta y cobarde. El presidente de Periodistas en Red Asociados, Román Nappa, fue atacado por dos individuos que no buscaron robarle nada material: su objetivo era otro. Su ataque fue un mensaje. Un intento de callar una voz.

Según el comunicado emitido por la asociación, los agresores actuaron con clara intencionalidad. No se trató de un incidente fortuito ni de una discusión que se desbordó; fue un acto planificado que buscó lesionar la integridad física de Nappa y, con ello, infligir un golpe simbólico pero profundo al derecho constitucional a la libertad de expresión. El ataque no fue solo al periodista: fue al periodismo mismo.

Nappa, reconocido por su trayectoria y por su estilo frontal, venía expresando opiniones críticas sobre diversos asuntos de interés público. Y es justamente allí donde se enmarca esta agresión: en un intento de intimidación para que esas opiniones dejen de ser pronunciadas, para que la incomodidad que produce la verdad quede enterrada bajo el miedo.

La respuesta de Periodistas en Red fue inmediata y categórica. En un comunicado firme, la asociación denunció el ataque como un atentado directo contra la convivencia democrática, recordando que en una sociedad que se precia de civilizada las diferencias se canalizan mediante los mecanismos institucionales y nunca a través de la violencia. “La democracia no se toca”, sostiene el documento, una frase que resume no solo la indignación del gremio sino también el límite infranqueable que cualquier sociedad libre debe defender.

La organización exigió además el pronto esclarecimiento del caso, reclamando que las autoridades actúen con la celeridad y la firmeza que un episodio de esta magnitud merece. Que se identifique a los responsables. Que se investigue quiénes están detrás. Que no haya impunidad. Porque la impunidad, en estos casos, no es una falla administrativa: es un incentivo para nuevas agresiones.

En paralelo, Periodistas en Red anunció una serie de pasos que comenzarán a implementarse en las próximas horas y días. Entre ellos, la activación de protocolos internos de acompañamiento para periodistas amenazados, el seguimiento permanente de la investigación policial y la solicitud formal de garantías de seguridad para sus integrantes. La agresión sufrida por Nappa, señalan, no será usada como excusa para bajar la voz, sino como razón para hablar aún más alto.

Este episodio se suma a una tendencia preocupante en la región: el aumento de ataques físicos y simbólicos contra trabajadores de prensa. Cada golpe, cada amenaza, cada intento de censura repercute mucho más allá de la persona afectada. Es un mensaje dirigido a toda la sociedad: “callen”.

Pero la sociedad no puede permitirse callar. Porque el silencio no protege: el silencio entrega.

Hoy, Periodistas en Red no solo acompaña a su presidente. También está marcando una línea que no debe cruzarse. Una línea que recuerda que sin libertad de prensa no hay democracia; que sin voces críticas no hay ciudadanía plena; que sin periodistas libres la verdad queda a merced de la sombra.

El ataque a Román Nappa intenta instalar el miedo. Pero la respuesta del gremio, unida y contundente, busca instalar lo contrario: la convicción de que la violencia jamás será el camino, y que quienes intentan imponerla se encontrarán, siempre, con la resistencia firme de quienes creen en la palabra.

Porque las democracias se sostienen con instituciones, sí, pero también con coraje. Y hoy, ese coraje se expresa en una declaración clara:
No podrán silenciar la voz que denuncia. No podrán silenciar la verdad.

PODCAST Y ENTREVISTA AL PERIODISTA ROMÁN NAPPA

El presidente de Periodistas en Red Asociados, Román Nappa, fue víctima de una violenta agresión en la ciudad de Minas, Lavalleja, durante la mañana del jueves 27 de noviembre de 2025. Según el comunicado oficial emitido por la asociación, dos individuos atacaron físicamente al periodista con el objetivo de amedrentarlo por opiniones expresadas en el ejercicio de su labor profesional.

El episodio, considerado por la  como un atentado directo contra la libertad de prensa y la convivencia democrática, generó un inmediato y enérgico repudio. Periodistas en Red sostuvo que en un Estado de Derecho las discrepancias deben resolverse por vías institucionales, nunca mediante la intimidación o la violencia.

La asociación exigió a las autoridades el rápido esclarecimiento del caso y la adopción de medidas que aseguren que este tipo de hechos no queden impunes. Al mismo tiempo, reafirmó su compromiso con la defensa de la libertad de expresión, la protección de sus trabajadores y los valores democráticos del país.

Como pasos a futuro, Periodistas en Red anunció que dará seguimiento permanente a la investigación, solicitará garantías de seguridad para sus integrantes y fortalecerá sus mecanismos de apoyo interno ante situaciones de riesgo. La organización fue categórica: “La violencia jamás será el camino. La democracia no se toca.”